Al término de este experiencia de formación nos asaltan varias preguntas. La principal es:
¿Qué podemos hacer cada una de las personas, desde nuestra posición como empleadas o empleados públicos, para impulsar la igualdad entre mujeres y hombres?
Podemos no dejarnos abrumar por una meta tan importante y aplicar uno de los principios del estoicismo:
"Preocúpate solo de aquello que puedes controlar".
Y lo que puedes controlar descubrirás que es mucho más de lo que crees si lo abordamos en 3 fases:
1ª fase: Utiliza y haz gala de la igualdad de género en tu día a día.
Esto es complicado ya que deberás hacer una reflexión sobre todas tus convicciones y dinámicas sociales generadas. Un par de ejemplos para aclararlo:
- Si eres hombre y sueles sujetar la puerta y ceder el paso al pasar a una sala a las mujeres. ¿Por qué no hacerlo también al resto de compañeros varones?
- Si eres mujer y en el trabajo hay que desplazar algún tipo de elemento decorativo o caja, no permitas que los hombres lo carguen simplemente porque "se crean más fuertes".
No hay comentarios:
Publicar un comentario